En
el artículo “Mecanismos de adicción en la literatura juvenil comercial”, la
autora Gemma Lluch presenta una investigación que aborda el análisis de las
diferentes estrategias que se diseñan para producir la adicción literaria entre los lectores, con el propósito de lograr un mayor número de ventas. En
concreto, cabe destacar que centra su estudio en la literatura juvenil comercial,
es decir, en obras que se encuentran dentro de un paradigma paraliterario y que
tienen como lectores modelo a jóvenes adolescentes.
En primer
lugar, la autora clarifica el concepto de paraliteratura diferenciándolo de la
literatura canónica. En líneas generales, la paraliteratura es una literatura
de masas que forma parte de una industria cultural y que siempre repite las mismas particularidades: lenguaje simple y estandarizado, discurso lineal,
ritmo de lectura rápido, identificación del autor como símbolo y orientación
hacia la creación de continuaciones y otros productos.
Seguidamente, Lluch enfoca la investigación de la adicción literaria desde tres
perspectivas: el contexto comunicativo de las obras, las características
discursivas utilizadas y otros mecanismos que actúan de enganche lector. En
relación al contexto comunicativo, se hace hincapié en que algunos de los
elementos que provocan la adicción a la lectura son que el escritor crea unas
lecturas-tipo que siguen un mismo conjunto de reglas simples y fijas y que el
autor o la obra se transforman en iconos culturales o mediáticos que inducen a
la elaboración de más productos.
En
cuanto a las características discursivas, la autora remarca que los elementos
estilísticos funcionan en este contexto de una manera particular produciendo un
enganche a la lectura, por ejemplo, el diálogo crea un ritmo interno rápido, la
descripciones son breves, el narrador conoce toda la historia y dosifica la información
para incrementar el interés, la estructura es fija, el estilo es simple y
predecible y los personajes son planos y representan el estereotipo social de los
adolescentes.
Finalmente,
otros mecanismos que señala Lluch como promotores de la adicción literaria son
la creación de técnicas de identificación a través de los personajes, los
escenarios, la época e incluso de la cosmovisión; y, también, la manifestación
de una ideología similar a la que tienen los adolescentes a través del discurso
de los personajes para facilitar la aceptación de los lectores.
En
definitiva, la literatura juvenil paraliteraria consta de mecanismos que
manipulan al lector creándoles adicción y que utilizan la cultura para crear una
industria comercial.
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